Etapa 11: Medina de Rioseco - Villalón de Campos (25 kmts.) 27-09-15

Noche troyana, dormí en el albergue de las Claras, con los tres madrileños, dos de ellos roncaban bien, no puedo soportar los ronquidos; en el exterior del cuarto había una pequeña cocina, allí me fuí con la espuma y el saco y en el suelo pasé la noche. 
La etapa de el Camino se inicia en la dársena del Canal de Castilla, el final del ramal de Campos. Aquí se conservan la vieja harinera, fuera de uso y en situación de visita y análisis de funcionamiento, y los viejos almacenes de las mercancias que eran motivo de transporte en las barcazas que navegaban por las aguas del Canal.
Atracado el barco que se utiliza turísticamente para navegar hasta la esclusa última, dotada ésta del funcionamiento de apertura y cierre de los portones que posibilitan el ascenso y el descenso del barco entre los niveles del terreno por donde discurren las aguas.
Los ocho kmts.  del trayecto del Canal por el que discurre el camino son los más frescos y plácidos de todo el Camino de Madrid. Se puede transistar por cualquiera de las dos orillas, hay un puente de carretera que lo cruza y también la esclusa por la que puedes cruzar de orilla.



La esclusa y los portones de apertura y cierre para entrada y salida de agua, el vaso donde entraba la barcaza esperando que se igualara el nivel de agua deseado. Al fondo se ve Tamariz, la próxima localidad del Camino de Madrid.
En la esclusa, delante de panel ilustrativo del Canal y la esclusa.
En la esclusa, abandonamos el Canal y tomamos el camino a Tamariz, situado a 2 kmts.

Estamos en Tierra de Campos, antaño era frecuente ver rebaños de ovejas en todas las direcciones de la meseta a las que miraras, hoy son escasos los rebaños que aún pastan por estas tierras secas y duras. Estoy en Tamariz

El próximo pueblo en la etapa es Cuenca de Campos, los 9 kmts, de distancia entre ambos pueblos, fueron los más duros, hostiles y aburridos de todo el Camino. Discurren por carretera provincial donde era yo el único elemento móvil del trayecto. El calor y la dureza del asfalto contribuían a esos calificativos. Las plantas de los pies no soportaban el asfalto por lo que me veía obligado a ir a las tierras y caminar por los rastrojos.

¡Por fín asoma la torre de la iglesia de Cuenca de Campos.


Son las 14 h. no quiero quedarme aquí por dos motivos. Quiero acortar en un día la llegada a Sahagún, por lo cual entre hoy y mañana habrá que andar un poco más; y el otro motivo es porque tengo la seguridad de que los madrileños se van a quedar aquí y no quiero tener otra noche de ronquidos y tener que irme a la cocina, que aquí no se si podría hacerlo.

A kilómetro y medio del pueblo, camino de Villalon, esta la ermita de San Bernardino de Siena.
Son 5 kmts. hasta Villalón. El paraje es menos monótono y agresivo. El suelo es de tierra, hay árboles y pronto aparecen los edificios altos de Villalón.
La abutarda es una ave de gran tamaño, está protegida y es frecuente verla por estos parajes de Tierra de Campos. Vive en grupo. Mis ojos las veían, pero el "ojo" de mi BQ no llegaba a captarlas.




 Uno de los edificios representativos y de valor en Villalón de Campos es el ROLLO. Este es un monumento civil, judicial, es del siglo XVI, un instrumento de tortura usado por la Inquisición donde  ataban a los condenados el tiempo que dictaminase el juez. Así se sometían a la vergüenza pública, lo situaban en la Plaza Mayor, el lugar público más utilizado.
 El albergue de Villalón de Campos es, como casi todos los de este Camino de Madrid, un edificio público reconvertido. Está atendido por un hospitalero voluntario, muy atento y riguroso con las normas. Casualmente dormí con un joven americano, estudiante en Madrid, portaba una mochila de más 15 kilos, a mis observaciones respondía que él era un joven fuerte.
Esa tarde tuve una agradable sorpresa; podía esperármela por las proximidades de Villalón con Palencia, pero no me lo había planteado porque en uno o dos días iba a volver a casa. Me sorprendieron en un Bar, por la espalda, mi mujer y unos amigos. Cenamos juntos y después cada cual siguió su camino, el mío era el albergue, la litera y descansar, porque mañana me esperaba la última y dura etapa.

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