Etapa 5 : Zamarramala - Santa Mª Real de Nieva (32 kmts) 21-09-15

Me levanto pronto para ver si la salida del sol me ofrece una buena fotografia sobre la ciudad de Segovia. Retrocedo hacia la capital con este objetivo. Son las 8 de la mañana, todos los coches se dirigen a la ciudad, van al trabajo, me acerco hasta el descenso de la cuesta de carretera y ... no puedo hacer mejor foto que esta.


Una lástima que la cámara de mi bq no sea buena. Es todo lo que puedo o se hacer. No me gusta pero.. es lo que hay.
Repaso mi itinerario de hoy, va a ser largo y va a precisar más de 6 horas.


Pronto encuentro una majada de ovejas en una parcela a orillas del camino, me dan mucho respeto porque las ovejas  están custodiadas por perros que podrían ser agresivos con el extraño que se aproxima. Allí estaban, hechos un ovillo, pero afortunadamente parece que conocen la bondad del peregrino, solo elevan su cabeza para dedicarme una mirada.


Las ovejas serán protagonistas de este Camino hasta Sahagún, Castilla ha sido, es todavía aunque en una medida muy reducida, tierra de pastoreo de esta ganadería.
Esta tierra es conocida para mí, no en vano he nacido en tierra de esta Comunidad, su orografia, su luz, su color y temperaturas  son afines a mi. Hoy va a tocar calor.

Miro hacia atrás y veo la torre de la iglesa de Zamarramala y el perfil de la Sierra de Guadarrama en el Sistema Central que crucé ayer.

La tierra segoviana huele a cerdo, son muchas las granjas de estos animales que encuentras por esta provincia, todas ellas alejadas de los centros de los pueblos. Su olor es característico así como sus gruñidos matinales cuando les sirven el "desayuno".
El primer pueblo que hallo, una hora después del comienzo, es Valseca, pregunto a un natural que encuentro en el camino si hay Bar o Cafeteria para desayunar, la respuesta es "no", esta ausencia será una característica de este Camino, no poder desayunar.



Poco antes de llegar al pueblo, a la derecha, encuentro otra majada de ovejas, los perros ladran ante mi presencia, me avisan que están allí, solo eso.
En las proximidades hay una ermita, al lado una cruz de piedra, me recuerda los cruceiros. Esta es más austera. Me detengo delante de ella para solicitar ayuda a un amigo del Camino Francés, que desde Méjico me pidió que lo hiciera.
A las 10,50 h. desciendo a un pequeño valle por el que transcurre el Eresma y encuentro el siguiente pueblo de Los Huertos.

De nuevo encuentro un rebaño pastoreando ya.

El trazado del Camino me lleva a cruzar el Eresma, rio que ha nacido en la Sierra de Guadarrama y me acompañará en mi trayecto hasta la provincia de Valladolid, desembocará en el Duero por la proximidad de Tordesillas.

 Inmediatamente después de cruzar el rio, el Camino me lleva a un pinar, será mi primer encuentro con este habitat frecuente en la provincia de Segovia.

Los pinares segovianos son resineros, les extraen la resina un  producto que manufacturándolo se obtienen productos como tintas de impresión, pintura, aguarrás, pegamentos, cosméticos. Una de las  factorías de transformación de la resina está en Coca, una etapa de este Camino. Cuando llegué a ella en la etapa siguiente note un olor muy agradable que provenía de la emisión de una factoría que era observable. Pregunté por ella y por el olor, a la hospitalera que me atendió y ésta me puso al día; el pueblo estaba contento con los puestos de trabajo generados en esa factoría, así como toda la provincia lo estaba con los resineros que hay por los pueblos. La resina fue históricamente un medio de supervivencia de esta zona de pinares pero en la década de los 80 del siglo pasado se abandonó, bajó su demanda y valor y el trabajo abundaba en el sector inmobiliario. En la actual década, la crisis y la revaloración de la resina han hecho que vuelva a extraerse de este tipo de pino.
Generalmente los pinos son municipales y se alquilan a los resineros, éstos trabajan unos 4.000 pinos desde Marzo a Octubre. El producto que se obtiene por árbol está en tormo a unos 3 kilos y el precio del alquiler alrededor de unos 20 céntimos.
Los bidones que recogen la resina de los botes.
El pueblo de Añe, son las 13,30 h.y no hay un lugar donde tomar una cerveza. Son cinco horas, hace calor y estoy cansado. Aún queda mucho por andar.

Interminables rectas, pequeñas lomas que solo te permiten imaginar lo que hay después de ellas. Soledad. Ni un alma en el Camino. Pinilla Ambroz es el siguiente pueblo, no tengo deseos de hacer fotos, tengo sed y quiero encontrar una fuente con agua fresca donde poder refrescar los pies, me duelen, me exigen descanso. Allí la encuentro y durante un buen tiempo les doy satisfacción.

 Es más pequeña la sierra cada vez que vuelvo la vista atrás.

En el camino que resta a Santa María de Nieva, hay carteles indicando un Hostal-Restaurante y la dirección. Es muy tarde y dudo encontrar abierto un Restaurante cuando llegue, por ello llamo por tlf.. Me indican que para llegar al pueblo hay que cruzar la línea del AVE por un puente construido pero que no vaya allí, que haga caso de la flecha que me llevará a cruzar el AVE por encima del primer túnel en la línea Valladolid-Segovia. Hacer esto fue un error porque me obligó a hacer unos 3 kmts. más. Lo ví después de desviarme y pasar por delante de una instalación fotovoltaica.

 Veía el pueblo y también que tenía que ir en dirección contraria, orilla del AVE hasta el paso del túnel, después de hacer un buen recorrido. El cabreo personal y con el propietario del Restaurante crecía cada paso que daba. Tal era, que en el Restaurante solo entre para tomar una cerveza, estaba muerto, y decirle al propietario que esa recomendación no se hace porque es engañar y obligar al peregrino que viene cansado a andar más. Por esto que recomiendo a los peregrinos que lean el blog y vayan a hacer esta etapa que no hagan caso de las indicaciones y del Restaurante, que sigan el Camino hasta el pueblo. Yo, a pesar de tener hambre, no comí y me fuí al pueblo. Allí tampoco pude hacerlo, así que después de la ducha en el único albergue privado que hay, muy elemental, hubo que comprar productos precocinados y calentarlos en el microondas. En el albergue coincidí con dos Bicigrinos que venían desde Cercedilla.

Al fondo se ve el pueblo de Santa María Real de Nieva. Esta instalación fotovoltaica se ve cuando viajas en el AVE, poco antes de entrar en el primer túnel.

Mi amigo Ricardo que conocía que me encontrada en esta localidad, me recomienda que visite el claustro de la Iglesia Monasterio del Santa Mª. Acepto su sugerencia y la visito. El claustro en un monumento declarado de interés nacional.

Lo más destacado del claustro son sus capiteles decorados con relieves por sus cuatro caras y que exhiben una visión general de la forma de vida de las gentes de la Edad Media. Los capiteles  representan diversas motivos que en su mayoría pueden  agruparse en ámbitos como modos de vida, naturaleza, temas bíblicos, historia.



El único albergue de Santa María es privado, condiciones higiénicas buenas, sin ningún lujo, pero los colchones con somieres antiguos de muelles y colchones de espuma, no aptos para mi espalda.  Tire mi espuma en el suelo y allí me acosté, con la mochila como almohada. No dormí nada, pero al menos mis pies descansaron.











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